Alejandro De Elía pertenece a una familia de productores y contratistas de la zona centro de la provincia de Córdoba. Junto a sus dos hermanos, lleva adelante la firma De Elía Hnos, que tiene base en Las Mojarras, a 15 kilómetros de Villa María.

Con operaciones en Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santiago del Estero y Santa Fe, De Elía Hnos. es fuerte en la siembra y en la fertilización, dos labores para las cuales cuenta con maquinaria de alta tecnología y un aliado clave: la agricultura digital.

“Hemos recuperado muchísimos campos. En las últimas inundaciones, hubo zonas donde subió la napa y se salinizaron los suelos. La tecnología nos ayudó a resolver esto”, cuenta Alejandro. 

La empresa logró mayor productividad por hectárea y ahorros en insumos implementando análisis de suelos, siembra y fertilización variables. “Esto nos permite ser más eficientes. Así, campos que no eran rentables pasaron a serlo, y eso es muy importante”, resalta el experto.

En equipo

De Elía Hnos hace 15 mil hectáreas de siembra por año, y maneja todo con la firma Héctor A. Bertone, de la mano de la ingeniera Clara Barrionuevo y Francisco Martelotti, quienes utilizan la plataforma Auravant.

“Tenemos el 100% de los campos cargados en Auravant. Logramos rindes fantásticos al ingresar la mayor cantidad de capas de información posibles para hacer más precisa la ambientación”, explica Alejandro.

La empresa adquirió equipos de precisión de firmas como Agrometal, con tecnología Precision Planting y una logística que no falla, como cintas y tolvas con balanzas. En el caso de la fertilización, tiene una Hercules 6.0 de Stara, autopropulsada, que facilita la carga de mapas de manera fácil y rápida.

Con la plataforma integrada en esa flota, los resultados fueron más altos de los esperados. “El año pasado hicimos siembras en campos nuevos con índices verdes. Arrancamos bien, pero teníamos que comprar 347 bolsas de maíz. Clara Barrionuevo hizo la prescripción con Auravant y ese número bajó a 304. Finalmente, utilizamos esa cantidad. Ahorramos más de 40 bolsas de maíz”, destaca De Elía.

Y suma el dato de la fertilización, ya que obtuvo diferencias de hasta 20 quintales por hectárea. “Hay lotes en los que hicimos exclusivamente densidad y la fertilización la dejamos fija, mientras que en otros hicimos densidad y fertilización variable. Donde hicimos densidad variable y dosis fija, logramos crecimientos increíbles”, cerró.

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