Una fertilización inteligente es darle a cada parte del suelo lo que realmente necesita para producir en su máximo potencial. Como principal ventaja, Auravant permite a sus usuarios, ahorrar costos, producir más y de una forma sustentable. Esto es gracias a que las diferentes funcionalidades orientan al productor a que aplique la dosis justa de producto en cada uno de los ambientes.

Plena es nuestro nuevo producto que permite determinar con mayor precisión la necesidad de Nitrógeno del cultivo, haciendo una aplicación diferencial dentro del mismo. 

En cada una de las campañas, la cantidad de nitrógeno que hay en el suelo es muy variable y es muy difícil determinar la dosis de aplicación de Nitrógeno. Utilizando las imágenes satelitaleslogramos mayor precisión dentro de la medición y estimación.

 

La metodología consiste en realizar una lectura, a través de imágenes satelitales, de la respuesta del cultivo a la oferta de N (nitratos a la siembra más mineralización) que dispuso el cultivo desde la siembra hasta el momento de medición. Por lo tanto, esta medición permitirá leer la variabilidad de la oferta de nitrógeno en el lote asociada al tipo de
suelo, materia orgánica, compactaciones, etc. y su consecuente efecto en el cultivo.

Fertilización nitrogenada inteligente.

Plena trabaja con una franja de suficiencia, que es un área dentro del lote que se encuentra saturada de N. Esta metodología compara el NDVI de la franja de suficiencia con el del resto de los ambientes proponiendo realizar una corrección de fertilización a partir de la necesidad del cultivo que determina Plena

De acuerdo al trabajo ” Manejo sitio específico de N en trigo a través del diagnóstico por sensores remotos “, el uso eficiente de N (sin excedentes que lixivien) tiene asociado un impacto ecológico positivo, abriendo las puertas a una agricultura más sustentable. Por otra parte, se verificó que además de los beneficios económicos y ecológicos por ahorro de N, existió un aumento en el rinde en sitios en donde hay evidencia de una alta disponibilidad de nitrógeno. De esta forma se evita que se saturen zonas que ya tienen el nutriente disponible y se sugiere junto con la recomendación agronómica, aplicar sólo donde realmente se necesita.

Utilizando esta metodología en trigo, cebada y maíz el uso de fertilizante puede ser reducido hasta en un 50%, sin afectar rendimiento.